Siempre me han encantado los días de verano, o los de primavera, en los que sentado en un banco el aire te acaricia y te refresca...
- Lo cierto es que no lo entiendo -le dijo Miriam.
- ¿Qué no entiendes?
- Que tengamos que estudiar tanto. ¿Para qué me valdrá saber latín si hablamos en castellano?.
- Tal vez para que sepas exactamente lo que significa las doce A.M. y las doce P.M. -le contestó Víctor.
- ¿Y para qué tengo que saber matemáticas, no es suficiente con sumar, restar, multiplicar y dividir?
- Tal vez para que sepas exactamente lo que te va a costar algo cuando te digan diez millones más impuestos -le argumentó él mirando las formas de las nubes.
- ¿Y para qué tengo que saber geografía, tal vez ni siquiera vaya a esos lugares?
- Tal vez para que cuando veas el telediario sepas dónde ocurre lo que comentan -dijo mientras cerraba un ojo para formar alguna figura en las nubes.
- ¿Es que tienes respuestas para todo? -le preguntó ella sonriendo al verlo con un ojo cerrado.
- Para ese tipo de preguntas sí -dijo con los dos ojos medio cerrados mirando hacia las nubes.
- Pues sigo sin entenderlo.
- Es normal, tú sigue estudiando y cuando lo entiendas es que ya lo sabes todo, entonces podrás dejar de estudiar.
- ¿Y eso lleva mucho tiempo? -le preguntó Miriam entusiasmada.
- Depende -dijo Víctor sin darle importancia.
- ¿De qué depende? -preguntó sumamente intrigada.
- De si tú crees que una vida es mucho tiempo o no.
- - - -
NOTA DEL AUTOR: conozco a una persona que con dieciséis años dejó de estudiar pues según él ya lo sabía todo. Al menos no lo hizo porque "no le gustaba" o porque "no valía".
Yo, que no he ido a la universidad, sigo estudiando a mi manera. Eso sí, sé que hay cosas que no se aprenden en los libros pero también sé que hay muchísimas que sí.
Me encantaba estudiar a la luz de las velas que rompian la noche al invadir mi habitación.
5 comentarios:
Como soy muy curiosa, me gusta documentarme e investigar, así que siempre estoy estudiando ya sea de una manera o de otra. Creo que en toda mi vida no aprenderé todo lo que querría saber.
A mi últimamente me ha dado por profundizar un poco más en los libros que leo. Resulta que yo leo mediante un pocket pc y al tener en este aparato una enciclopedia busco cualquier cosa que aparezca en el libro, que se nombra una catedral... la busco, que se nombra un país... lo busco y miro la población y cosas así, que salen los eremitas... pues busco información. Y la verdad es que es bastante más entretenido.
¿No lees en papel? Uf, yo no podría. Me encantan los libros, notar la textura del papel, hallar los posibles misterios que puedan albergar, como una notita que se dejó alguien entre sus páginas hace veinte años o una flor a modo de punto de libro...
No puedo leer en papel, debido a la variación de luz se me cansa la vista, de ahí que si leo un cuarto de hora en formato papel luego tengo que dormir otro tanto. Con el pocket siempre tengo la misma luz y soy capaz de leer horas y horas continuamente.
No obstante luego siempre compro en formato papel los libros que me leo en formato electrónico.
Una de las mejores Universidades, es la vida, que te da lecciones diarias.
En cuanto a leer me pasa como a ti si hay algo curioso enseguida cojo enciclopedia y me gusta averiguar todo.
Un abrazo
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