jueves, febrero 19, 2009

Corta primavera, largo invierno

Aún recuerdo la primavera, aún la recuerdo…

El invierno ha sido duro, más que duro ha sido eterno. Siempre ha hecho frío, todas las mañanas han sido frías, no ha habido ninguna en la que me haya despertado sintiendo calor, ni una sola. Una ola de frío polar, luego otra, otra más, olas de frío polar infinitas me han acompañado siempre al despertarme. El invierno ha sido muy frío.

Todo gris, ni siquiera negro, ni siquiera grisáceo, todo era gris. Si al menos hubieran existido diferentes tonalidades de gris, ¡pero no!, sólo había gris puro. No entiendo como el invierno ha podido ser tan monocromático, quizás si algún color hubiera hecho acto de presencia, si algún color me hubiera tendido la mano, pero no ha ocurrido y si ocurrió puede ser que yo no lo distinguiese, puede ser que ni siquiera lo viese, hasta es posible que lo rechazara, es imposible que la luz te deslumbre si tienes los ojos vendados.

Ahora pienso que el invierno me ha robado el alma. Me robó los pensamientos, los sueños, las ilusiones, los ideales, es más, ahora sé que quizás hasta yo se los robé a todos los que en un tiempo lejano me quisieron. Pero no puedo explicarles que el invierno me borró, que me anuló, que no supe abrigarme con sus sentimientos de afecto hacia mi. ¡Cuánto frío!

Mi cuerpo aún se resiente. Mis músculos al principio estaban congelados pero ahora ya no están, quedan migajas de ellos, la inactividad hizo estragos. ¿Cómo dormir cuando el frío se hospeda de por vida hasta en los tuétanos?, ojala hubiera dormido más de seis horas seguidas; las ojeras me gritan que necesito dormir el resto de mi vida para volver a tener los ojos que una vez tuve. Mi cara está agrietada, como si hubiera trabajado en el campo de sol a sol durante dos vidas o más... Yo, restos de yo es lo quedan después de este invierno.

¿Qué podía haber hecho algo, entretenerme, cómo?, si los libros se deshacían en mis manos, la lluvia los había calado; la tele no funcionaba, se veían rayas horizontales que distorsionaban cualquier imagen, ni siquiera el sonido era nítido; los paseos, con el aire golpeando mi cara, eran insufribles y la compañía no me apetecía, es lo que tienes cuando no cesas de tiritar ni de chasquear los dientes constantemente. Apartarme del mundo era lo único a lo que me incitaba aquél duro invierno.

¿Irme a un lugar más cálido? Es fácil pensarlo o decirlo ahora. ¿Acaso alguien abandona su hogar porque haga frío? Los esquimales, esquimales son.

Por suerte ahora comienzo a distinguir algún que otro color, no la totalidad todavía pues el gris sigue tenaz en su empeño de ensombrecer todo. Supongo que el arco iris hará acto de presencia tarde o temprano, y aún así soy consciente que el arco iris producirá alguna sombra en la que el gris siga estando, en la que el gris me aceche por si dejo de mirar los colores. Aún así creo que es mejor dejar el invierno atrás.

Yo veo la vida como estaciones del año. Normalmente todo el mundo disfruta de una primavera, de un verano, de un otoño y de un invierno. Sin embargo en mi vida sólo ha habido dos: una ha sido la primavera que ha sido todo el tiempo que he vivido hasta que llegó el invierno, corta por cierto; la otra ha sido el invierno, largo muy largo, que ha sido el tiempo que he vivido enganchado a las drogas.


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El otro día vi un reportaje en la tele de los efectos que tenía cierta droga, no recuerdo si eran anfetaminas o cristal, en las personas que han sido adictas. Algo en mi me indujo a escribir, lo que han leído fue el resultado.

viernes, febrero 13, 2009

Cuando llegó.

Cuando llegó yo aún estaba consciente. Miré hacia atrás mientras miraba al frente, una ola gigante de vivencias intentó avasallar a mi mente, no me dejé. Me centré en lo que tenía delante de mi, mi vida era ese momento, el presente, el pasado simplemente era lo que me había hecho llegar hasta allí, nada más y nada menos.

Cuando llegó yo aún estaba consciente. Me miró de frente, yo miré para atrás. Como una ola gigante sesgó mis últimos soplos de vida. Me centré en lo que venía, lo que dejaba atrás ya no tenía importancia, ahora lo sabía, fui al cielo.

Y desde aquí, desde el cielo, miro hacia abajo, sonrío y luego miro al frente. Miro a todos con los que me he vuelto a reencontrar, ellos fueron mi vida y lo siguen siendo.

P.D.: me da miedo morirme, no quiero morirme, quiero que haya vida tras la muerte.
p.D.2: no sufran que yo estoy bien, es que se ha muerto alguien y me ha dado por pensar.

¡Que pasen buen fin de semana!

jueves, febrero 05, 2009

Azul




Azul como el cielo, como el cielo en un día sin nubes. Sin el azul no hay cielo.

Azul como el mar, como el océano lleno de vida. Sin el azul no hay vida.

Azul como un sueño, como un paseo, azul. El azul lo es todo.

El azul querría ser como tú. Tú eres el azul.

miércoles, febrero 04, 2009

Meme.

He recibido una medio invitación de placeratómico para hacer el siguiente meme: Confesar 7 cosas extrañas/raras/diferentes sobre ti y tu personalidad en el blog.

- Cuando, por la noche, me meto en la cama me da una alegría extrema. No sé explicarlo, me aprieto a mi mismo y doy unas cuantas vueltas, incluso hasta me río.

- Odio hablar por teléfono, no soy capaz de imaginar que al otro lado hay una persona. Profesionalmente lo llevo bien, pero cuando hablo con alguien cercano tengo que cerrar los ojos y así me imagino a la otra persona. Lo mismo me ocurre con el chat, por eso nunca chateo con nadie, creo que la última vez que chateé hará dos años y picos y fue con Lady Laura.

- Siempre estoy soñando. Me encanta imaginarme cosas de mi vida, por ejemplo ir a algún sitio al que, quizás nunca iré. De hecho la gente que me conoce bien dicen que yo vivo en mi mundo... ¡si pudiera llevarlos conmigo! Lo malo es que suelo desconectar muy fácilmente hasta sin querer, quien me conoce lo sabe, el que no me conoce puede pensar que soy un maleducado.

- No me gustan que me cuenten problemas, bueno, si me los cuentan lo aguanto pero lo que no puedo superar es que me los describan con pelos y señales. Yo no cuento problemas a nadie o al menos lo intento.

- Tengo la extraña capacidad de olvidar las cosas. De hecho si alguien me cuenta algo y me dice: "no se lo cuentes a nadie" me repito a mi mismo unas cuantas veces "no me acuerdo de lo que me ha contado" ¡Y SE ME OLVIDA!

- Todos los días me levanto de muy buen humor, al menos la mayoría. Me levanto pensando sólo en el día de hoy, intento no agobiarme con el mañana. Hay quien dice que los problemas no me afectan como debieran, yo simplemente digo que procuro que mi vida no sea un problema constante.

- Mi sobrina dice que soy muy listo, "que sé de todo un poco". Sobre la vida no sé demasiado, sé más sobre cosas extrañas que no hacen falta en la vida cotidiana. Por ello mucha gente me pregunta cosas de los temas más variopintos dando por hecho que yo tengo alguna noción de ello. Sin embargo en lo que estrictamente se llama cultura general tengo la misma que la media que ha estudiado. No sé si me he explicado en esto último, pero no pasa nada, yo sí lo he entendido jeje. Por cierto, aquí puedo meter el que yo leía las enciclopedias de mi casa, ¡ENTERAS!, mi madre me las compraba (cuando era niño) y a mi me encantaba leérmelas de la A la Z.

domingo, febrero 01, 2009

Primavera corta, largo invierno.



Los rayos del sol calentaban su faz, ella se dejaba acariciar. Con los ojos cerrados deseaba ser deslumbrada por el astro padre, con los brazos abiertos lo invitaba a estar, a seguir estando. Azul y amarilla, así era ella. Llena de vida. Toda primavera, toda vida, toda color.

Los soplos del viento castigaban su cuerpo, ella no podía protegerse. Con los ojos abiertos deseaba ser deslumbrada por el astro padre, con los brazos abiertos le suplicaba que hiciera acto de presencia. Invisible, así era ella. Sin vida. Toda invierno, toda inerte, toda ausencia.

Y sólo deseaba vivir, seguir siendo para siempre una flor de primavera eterna, ¡era tan corta la primavera, tan largo el invierno, tantas ganas de vivir para tan poca vida!


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Quizás si fuéramos plantas de primavera viviríamos de otra manera, por suerte o por desgracia no lo somos, por suerte o por desgracia se nos olvida que sólo dispondremos de una primavera en esta corta vida. Espero que alguien me recuerde durante el invierno.

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