viernes, agosto 18, 2006

Cuando una amiga se va...


En la vida hay ciertos momentos en los que lo bueno y lo malo van de la mano, lo feliz y lo triste son indivisibles, momentos en los que sonríes mientras lloras de pena, en la vida hay ciertos momentos por los que no queda más remedio que pasar. Y si no lo creen, ¿cómo es posible que alguien esté feliz porque una amiga se va y triste a la vez, cómo es posible que sonría imaginándome a una amiga viviendo feliz y a la vez que esté triste por saber que está en la distancia?

En la vida hay ciertas cosas que nadie puede explicarme, no porque sea maestro de maestros, me sobra con ser maestro a secas, cosas como el irte o el no quedarte que no es lo mismo. Lo que también sé es que la amistad no entiende, es ignorante, no entiende de distancias ni de tiempo, la amistad siempre sigue ahí, siempre sigue esperando ese tren y si no llega no pasa nada, ella sigue ahí.

Quizás el haberme ido yo primero me da una visión diferente, una visión en la que no me da miedo la distancia ni el tiempo, en todo caso me da respeto el día a día. Y es que ahora tal vez comprendas que los amigos no se van nunca, los amigos siempre quedan y siempre están, al igual que yo siempre he sabido que "tú sí que estabas", siempre lo hemos sabido.

Fíjate en que la única diferencia es que ya no podremos quedar en el garito, en el Guinnes o en el Milenio. Pero solo eso. Ya ves, solo eso. Eso y que ya no me tendrás tan a mano para darme un tortazo amistoso de los tuyos, eso y que ya no podré meterme contigo, eso y ya está, yo seguiré siendo "tu padrino" y lo sabes bien.

Ya ves, ¡que ironía!, se va una amiga y se gana un amigo, un amigo que cuidará de mi amiga Ana. Un amigo que no nos quita nada, ¡qué nos va a quitar!, si acaso que nos da porque cuando alguien hace feliz a un amigo nos da felicidad a nosotros también. Un amigo que se llama Paco, que parece que llegó por "SMS" pero se quedó siempre en la bandeja de entrada de Ana. Ya ves, ¡qué ironía!, se va una amiga y se gana un amigo, ya ves, ¡qué rara es la tómbola de la vida!.

Las despedidas nunca fueron lo mío y en este caso más aún, porque sé que no es una despedida, es un hasta luego como nos hemos dicho tantas otras veces. Tal vez por eso no he querido despedirme con un adiós o con más palabras que un simple hasta luego. Tal vez por eso no he querido escribir esto de otra forma diferente, no he querido que sea más profundo ni que fuera un poema, solo he querido escribir como he escrito, con palabras que no traspasen el corazón pues me conformo con que salgan del mío mientras las he ido escribiendo.

Por eso y por todo, por lo que hemos vivido y por lo que viviremos, por la amistad que hemos compartido y siempre compartiremos, por eso y por todo: "Hasta luego".

Pd: Ya ves, ¡qué ironía!, no quería llorar y estoy llorando.



5 comentarios:

*Laura* dijo...

Ainssssssssss que duro se hace verdad??, no em llores que yo no puedo ver llorar a nadie, animoooooooo.

Unknown dijo...

Cielo... al fin te leo conmovido...
Ya estaba pensando que no eras de esta tirra...

Un abrazo grande!

Noe

Anónimo dijo...

Me has puesto los pelos de punta!!

Hace unos días que me enteré que un amigo, un muy buen amigo, se va. No he sabido encajarlo, creo. Ahora veo que tú lo describes tan bien, que expresas lo que siento con tanta presteza.

Yo tambiéne espero que sea un "hasta luego", pero estoy cansada de despedidas, me gustaría que alguna vez, alguien se quedara para siempre.

Ánimo!

Vico dijo...

hermoso post...
los verdaderos amigos jamas se van...
los que se van, nunca fueron amigos
y a esos mejor perderlos de vista

nocheoscura dijo...

L A D Y L A U R A: ;-)

P A G A N A : Otro abrazo para ti.

L A N D A Y : gracias.

C H A R R U I T A : sí, eso es así.

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