¿Oyes el ruido del silencio?, es como un pitido, débil pero constante, indestructible pero débil.
¿Ves la oscuridad de la noche?, es como el negro telón de un teatro, oscuro pero fascinante, provoca que tú imaginación vuele.
¿Tocas el rocío de la mañana?, está helado pero te calienta el alma. Te hace sentir viva.
¿Hueles la fragancia del bosque?, te embriaga y embota tu olfato, te recuerda que no eres más que naturaleza.
¿Saboreas mis labios? No puedes, son efímeros, quizá fueron un sueño que ni siquiera soñaste. ¿Los tuyos?, sí, creo que los soñé. Tal vez en otra oscura noche, en una fresca mañana, en un paseo por el bosque, en silencio y sentada a mi vera, tal vez, y solo tal vez volvamos a soñar... y quien sabe si será para no despertar.
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