¡Y ya estamos en otro año, nada más y nada menos que en el 2020!
Triste al ver lo poco que he escrito este año en este blog, pero contento porque pasan los años y aquí sigue... ¡luchando contra viento y marea!
Mi hijo ya ha cumplido nueve añitos, "¡ahí es ná!" y sigo aprendiendo muchas gracias a él. Sigue siendo esa persona que me hubiera gustado ser. Aún me da abrazos y besos aunque temo que pronto eso quede atrás, mientras tanto los disfruto como si fuera la primera vez que me abraza.
Hace tiempo soñaba con vivir de lo que escribía y sin darme cuenta lo estoy consiguiendo aunque de la manera más insospechada... ¡escribo artículos en una revista publicitaria! ¿Quién me lo iba a decir?, al final de todo han merecido la pena los cientos de libros que he leído, los miles de blogs que he devorado ávido de descubrir nuevas formas de escribir y las veces que he consultado el "RAE".
Y a mis cuarenta y dos añitos sigo deseando leer y leer, aprender y aprender... Quizás podría estar mejor económicamente pero al final solo se trata de dinero, solo eso. Curiosamente el otro día mi hijo me daba las gracias por jugar con él al fútbol y es que dice que soy el padre, de todos los niños que conoce, que más tiempo juega con su hijo. No sabe que cuando no estoy con él trabajo duro y sin descanso para que los minutos se me pasen más rápido, para que así llegue antes el poder respirar el aire que él respira.
Sigo teniendo muchos sueños aunque menos que antes, es que se van cumpliendo. Y no sé cómo ni porqué van apareciendo otros. ¿Más descabellados?, simplemente sueños, la vida es sueño que ya lo dijo Pedro Calderón de la Barca.
Y este año ha sido un año revelador, ha sido el año de "la gente pasa por mi ventana en la que yo estoy apoyado y asomado observándolos, algunos entran en la casa y se quedan más o menos tiempo pero casi todos, al final, siguen su camino". Y es que la gente ha pasado a otro plano en mi vida, son importantes pero ahora soy consciente de que vienen y van, esto me ha llevado a decir adiós a personas gente a la que me aferraba por la relación que habíamos tenido en el pasado. Les agradezco que estuvieran en mi vida y ojalá que nos volvamos a cruzar. Ahora valoro más a la gente que está a mi alrededor, a esa gente que quiere pasar tiempo conmigo y creo que es mejor así, regalar tiempo a los que me lo regalan a mi.
De salud bien, gracias. Las pocas veces que no me he encontrado al cien por cien ha sido porque la edad no perdona y menos aún los excesos. Sigo sin fumar y bebo ocasionalmente (cada vez menos, es la verdad).
Y a ti que me lees te deseo salud para ti y todos los tuyos además de felicidad y bienestar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario