En la entrada anterior propuse que escribieran tres palabras con las que yo haría un relato lo más breve posible. Bueno, he cerrado el cupo porque mañana ya toca felicitar el año.
Ahí va el relato, espero que les guste pero sobre todo que les de que pensar:
La bruja tenía el camafeo en las manos. Un búho la observaba, escondido en la noche, ellapresentía su mirada. El sudor recorría su frente al pensar en el beneficio que obtendría cuando lo convirtiera en polvo, lo utilizaría para crear pociones mágicas, pociones que impartirían justicia, que doblegarían al que no se quería enamorar, que impedirían al infiel mantener sexo alguno…
El sonido del claxon de un coche lo despertó, la nostalgia se apoderó de él, quería ser aquella bruja y no el simple blogger que era, quería soñar que vivía en un exótico lugar y no en Murcia. Que su vida era otra, sólo quería eso.
“Quizás no sea tarde”, pensó. Luego hizo lo único que sabía hacer, escribir:
También tenéis que poner de vuestra parte, pero es fácil, simplemente tenéis que dejar en comentarios tres palabras, las que sea, con todas las palabras intentaré formar un relato lo más breve posible.
A veces la vida nos lleva por caminos insospechados, ello no implica que esos caminos sean los correctos o que no lo sean, ni mucho menos que no sean los adecuados o los convenientes. Es simplemente la vida. A mi, me ha llevado por caminos y hasta por senderos. Por suerte, ¡es Navidad!.
Y es que aquí estoy solo। Literalmente solo paso los días volcado en mi investigación científica, hago lo que quiero hacer, es para lo que me he preparado, para lo que he estudiado, lo que siempre había deseado। Pero estoy solo। Bueno, tengo unas cuantas docenas de buenas novelas, la Biblia y Don Quijote de la Mancha. Son mi única compañía.
Una vez por semana recibo los víveres। Un avión los deja caer. Tengo ya 53 enormes paracaídas guardados. Supongo que el piloto pensará que estoy loco, “ahí solo todo un año”, pero no me importa que piense que soy un demente, me importa más que él no esté loco, no sea que algún día no me haga llegar los víveres. Pero no pasa nada si ocurriese, tengo reservas suficientes para un mes.
El día de la llegada de las provisiones es un día especial; me levanto algo más temprano, me afeito y visto lo mejor que puedo. No sé porqué lo hago. Quizás sea por vanidad, no lo sé. Pero nunca me ha gustado no estar presentable, ni siquiera en aquellas condiciones en las que sería disculpable.
Alguna que otra vez he pensado que con todos los paracaídas podría fabricar un globo gigante, estaría bien. El hornillo de la comida tal vez me valdría para hacer que el globo se elevara de la tierra, sé que no puedes ser pero es divertido imaginarlo. Ahora que se acerca la Navidad sería una buena manera de llegar a la reunión familiar que, todos los años, celebramos el día 24 de diciembre. Me imagino a mis sobrinos corriendo de un lado para otro asombrados por el espectáculo, se me ha olvidado decir que el globo sería de muchos colores, porque todos los paracaídas son distintos y llenos de color, asombrados por el arco iris redondo que aterrizaría en el jardín nevado.
Mis padres seguro que me dirían, cariñosamente, que estoy loco, mis hermanos me mirarían con esa mirada de orgullo que diría “Eres increíble” y mis cuñadas me abrazarían, para ellas soy como ese hermano menor que siempre está ahí.
Internet es lo único que me mantiene conectado al mundo, bueno, Internet y el avión. Mediante el correo electrónico me comunico con mis familiares y amigos. Aunque se pudiera pensar que dispongo de mucho tiempo no es así, mis jornadas laborales, de lunes a domingo, son muy largas, he de aprovechar todo el tiempo posible aquí, nunca se sabe cuando dejarán de haber fondos para el proyecto. Cuando todo esto termine pienso tomarme un año sabático.
¡Qué delicia, un año sabático! Pasear sin rumbo y sin noción del tiempo observando como todo ha cambiado en mi pueblo y como, al mismo tiempo, todo sigue igual. Sentarme en un banco del parque, en la silla de la terraza, en el rellano de la puerta, sentarme para dejar pasar el tiempo. Dormir siete u ocho horas seguidas sin preocuparme de ningún aparato electrónico que emite estruendosos sonidos. Comer una comida casera con alguien de mi familia, con algún amigo, o con alguien desconocido, y alargar la sobremesa hasta bien entrada la tarde. Supongo que eso es la felicidad, poder compartir tu tiempo con los tuyos, poder vivir sin codicias materiales, saber cuales son los verdaderos tesoros en la vida. Me suena a Navidad.
Pasado mañana regresaré al pueblo. Será emocionante. Un helicóptero inmenso se plantará en el aire, descenderá, a través de una cuerda, un “rescatador”, así lo llamo yo, y a ambos, asidos mediante arneses a la cuerda, nos subirán hasta el interior de la libélula gigante. Luego será todo como un sueño.
Un bonito sueño, el más hermoso de los sueños. Cantaré villancicos con mi familia, los niños tocarán la pandereta y la zambomba. Lloraremos de alegría y de felicidad. Lo endulzaremos todo con polvorones, mazapanes, peladillas, turrón y alguna que otra delicia más. Me contarán todo lo que ha pasado en la familia, no dejaré de abrazarlos, de besarles, de quererles. Y después iremos a la Misa del Gallo.
Estoy solo, pero por suerte, en mi interior, es Navidad todo el año.
De nuevo es Navidad. Como todos los años en el mes de Diciembre es Navidad. Otra vez Navidad.
De nuevo hay personas que no vivirán la Navidad plenamente. Como todos los años en el mes de Diciembre no estarán con la familia. Otra vez la soledad.
Desde aquí os deseo una gran y feliz Navidad. Sé que muchos de los que pasan por aquí no podrán estar con sus seres queridos, sé que para otros es simplemente Navidad. A pesar de todo espero que mi varita mágica funciones y os inunde el corazón de Navidad.
Un gran abrazo.
Mi Navidad perfecta: salud, amor y felicidad. Rodeado de los que quiero, riéndonos de las anécdotas de los que ya no están.
Y es que nuestro gordo es especial. Es el gordo más querido del mundo, ¿o no? Muchos gordos y flacos querrían ser tan queridos como nuestro gordo, o mejor dicho, tan deseado. Nuestro gordo siempre nos llena de ilusión antes de Navidad, él es así y no lo puede evitar. Durante una mañana nos tiene en vilo esperando a que llegue, todo el mundo pregunta por la calle: ¿ha salido el gordo?
Este año, como todos los años también ha salido. Parece que la fortuna ha querido sonreír a muchos a los que realmente les hacía falta. Yo me alegro por ellos.
Y es que si el gordo no te viene a verte también te da alegría si va a ver a los que no tienen tanta suerte en la vida, más alegría aún si abraza a los que no tienen cubiertas a aquellas personas que no tienen cubiertas ni las necesidades básicas.
La noticia es del elmundo.es. Yo se la dejo aquí para que la puedan leer, el enlace por si quieren ver alguna foto es: http://www.elmundo.es/elmundo/2008/12/23/espana/1230021821.html
SORTEO EXTRAORDINARIO DE LA LOTERÍA Los tres elegidos por 'El Gordo'
* El dueño del bar 'Gary' se marchará con sus empleados de viaje a Ecuador * Un joven bangladesí dio un décimo de 'el Gordo' a su compañero en paro * Un hombre de 54 años en paro fue agraciado con 75 millones de las antiguas pesetas
MADRID.- Ricardo Jiménez, Jamal Sahid y Miguel Ángel Chica, fueron ayer algunos de los pocos tocados por la magia de la suerte. 'El Gordo' les eligió y les convirtió en cuestión de segundos en millonarios. De la noche a la mañana, una parte de su vida cambió.
Entre los tres suman hoy cientos de miles de razones para derrochar felicidad durante semanas. La hipoteca, el paro, la espera interminable de una vida mejor... Preocupaciones que gracias a los décimos de la ilusión están hoy mucho más lejos.
¿Qué probabilidades hay de que te toque la lotería? ¿Y de que te toque dos veces? ¿Y de que vendas un tercer premio y te toque 'El Gordo'? Tal vez una entre un millón o una entre mil millones. Pues Ricardo Jiménez, dueño del restaurante 'Gary' de la popular barriada soriana de Yagüe este lunes rompió todas las estadísticas. La suerte del que comparte
No sólo vendió íntegramente el tercer premio -80.076- entre vecinos, clientes y familiares, sino que además fue agraciado con parte de los 3.000.000 de euros del 32.365, 'El Gordo' de Navidad. En total 300.000 euros que fueron acompañados de una de las razones que hacen hasta este sorteo tan especial: compartir. Vendió la mayor parte de las 195 series del 80.076, 2.000 números agraciados cada uno con 50.000 euros. Ricardo no se lo podía creer.
¿Y qué hace un hombre cuando se convierte en rico? Irse a Ecuador con sus empleados. Así es, Ricardo no se va a comprar un coche de lujo, ni se mudara a una gran mansión -de momento-, ni tirara la casa por ventana. Ricardo se va con sus empleados "porque se lo merecen". "Tengo tres fenómenos y son ecuatorianos; uno es la mano derecha mía y con él, al fin del mundo", dijo entre la euforia del ganador.
Un 'piso-patera' con cinco habitaciones y en el que viven siete personas; una cuenta sin apenas dinero y una familia a cientos de kilómetros. Esta era la vida de Jamal Sahid hasta las 11.59 horas del 22 de diciembre de 2008.
A esa hora Vanesa y Brandon, los dos niños de San Ildefonso que repartieron la suerte, cantaron la nueva vida de Jamal. 300.000 sueños se pasaron por la cabeza de este bangladesí de 18 años afincado en Barcelona.
No piensa dejar su trabajo como cocinero en el restaurante 'Los Caracoles', pero los castillos en el aire ya empiezan a crecer en su cabeza."Abriré mi propio restaurante". ¡Ah! Y dejará de vivir en el asfixiante piso de ahora. Lo curioso es que como Ricardo, Jamal también llevó la suerte a otros. en este caso a uno de sus compañeros de piso, Shalim Ahmed. Un inmigrante en paro que ayer rellenó su cartilla de 17 euros con 300.000. Una vida más garantizada
Parece que este año el sorteo de Navidad escuchó las súplicas de los muchos dañados por la crisis. 90 millones del 32.365 se marcharon como por arte de magia -algo de ella tiene- hasta un humilde y obrero barrio de Sabadell fuertemente golpeado por la difícil situación económica.
Ana Gámiz, la propietaria del bar 'Sócrates' no se lo podía creer. 30 de las 60 series de 'El Gordo' las había vendido entre sus clientes. Miguel Ángel Chica, es uno de ellos. A este hombre de 54 años y en paro desde hacía cinco meses le caían del cielo 75 millones de las antiguas pesetas.
Con lágrimas en los ojos recordaba a sus dos hijos, mientras aseguraba que pese a estar en paro "ya tiene la vida más garantizada". La magia de la Navidad llegaba con 'El Gordo'.
No debía haberlo hecho pero ya no hay vuelta atrás. Intento quitarme el rojo espeso de la cara, de los brazos, de encima de mi. Aún tengo el cuchillo en las manos, desde el primer día sabía que esto terminaría así.
Hace tres días que aquella familia tomó forma en mi vida, en la existencia. Jugaban tranquilamente en un parque, el verdor los rodeaba. El padre, demasiado protector, recriminaba a la hermana mayor que no estuviera atenta de su hermanita. La madre, demasiado descuidada, recriminaba al padre por excesivo. Eso era lo que yo veía, lo que sentía, lo que mi imaginación me aportaba. Quizás el padre se llamara Juan, sí seguro que se llamaba Juan, tenía cara de Juan. Sus movimientos eran como los de Juan el Bautista, hasta la forma de reir era la misma.
Creo que desde hace tres días, desde el momento en que aquella familia se creó ante mi, decidí que tenían que desaparecer. Sólo el rojo, sólo pensaba en rojo. Y el cuchillo, como siempre, a mi lado.
Hace dos días. Seguían ahí. El verde seguía siendo verde pero ellos estaban fuera de lugar. El padre, demasiado descuidado, no le dirigía la palabra a su mujer, sólo pensaba en otra. La madre, demasiado protectora, recriminaba al padre por dejado. Eso era lo que yo veía, lo que sentía, lo que mi imaginación me aportaba. Quizás la madre se llamara María, como María Magdalena, era como ella cuando María sólo era esa, hasta la forma de reir era la misma.
Ayer fue cuando más claro lo tuve. El cuchillo. Rojo. Afilado. Más rojo. El cuchillo. Decidí que tenían que desaparecer. Una familia menos.
Hoy lo he hecho. No he dudado, incluso podría decir que ha sido fácil, podría decir que ha sido placentero, casi orgásmico. Sólo he necesitado el cuhillo.
La familia estaba rodeada de verde, ellos eran rojos. He raspado la pintura con el cuchillo y han desaparecido del cuadro. No había otra solución, había que raspar. Ahora el cuadro es mucho mejor, ahora todo es verde. Así tenía que haber sido desde el principio.
NOTA: la foto la he cogido de flickr.com. Si queréis ver más fotos del mismo autor os dejo la dirección: http://www.flickr.com/photos/scharwenka/sets/72157608992899798/show/
¡Qué bonito!, el verde del prado, el azul de mar. ¡Qué bonito!, el rojo de los labios, el rosado de las mejillas. ¡Qué bonito!, y es que ojalá la vida estuviera hecha de colores, hasta el negro tendría su lugar, ¿por qué no?, hay gente a la que le encanta el negro. El blanco, aunque se mancha mucho también tendría un hueco importante. El blanco es ausencia, pureza y tranquilidad.
Y es que todo está lleno de colores cuando estamos vivos, alegres y felices. Sin embargo todo se vuelve gris cuando no es así, ¿por qué no negro y sí gris?, quizás porque el negro es un color y el color gris es un borrón (si esta palabra es correcta).
Lo que más me gustaría es que la vida fuera un arco iris infinito. Por desgracia hay gente a la que este fenómeno nunca se presenta, de vez en cuando ven algún color pero no el arco iris.
Y es que nos piden que seamos optimistas y yo también estoy de acuerdo en que debemos serlo. Lo que ya no me gusta tanto es que ellos nos lo piden para beneficio propio. Si no gasto mi dinero se romperá el Sistema, quizás el Sistema ha de romperse para volverlo a construir... Pero no, ¿acaso alguien conoce una fórmula mejor que el capitalismo?, es la ideal, al menos por ahora a no ser que alguien demuestre que hay otra forma mejor de desenvolvernos en este mundo. Yo, por cierto, ahora gasto poco pero porque todos nos tenemos que apretar el cinturón.
Y yo pienso, los que somos de aquí siempre tenemos familia o a migos de los que echar mano en momentos críticos (esperemos que ni yo ni ustedes hayan de recurrir a este sistema de financiación, será porque nos va bien), ¿y los inmigrantes?. No tienen esta ayuda, hablando en general claro, así que a ellos el futuro aún se les vuelve más negro y es que se han ido de Guatemala a Guatepeor (esto es una frase coloquial que se utiliza aquí en España, que no se ofenda nadie de por allá).
Sea como fuere sí que tengo que decir que hay que ser optimista. El otro día salió uno en la tele que pagaba 1200 euros de hipoteca por su vivienda, pensarán que era rico por supuesto, ¡pues no!, estaba en el paro y ya se le acumulaban algunas cuotas por pagar. Pero él sonreía, y hacía bien, ¿para qué se iba a poner a llorar?.
A mi no me cabe duda de que España saldrá de esta crisis. Nos va a costar pero creo firmemente en este país. Por desgracia muchos inmigrantes se tendrán que marchar a sus países de origen porque aquí ya no hay trabajo. ¡Que mala fortuna!, salir de tu país con una esperanza y contemplar que en ningún país del mundo andan las cosas bien.
Bueno, había que hablar de la crisis, es el tema del año. Yo por aquí sigo, luchando y tirando "palante" por si les interesa. Mañana ya veremos, que nos época de hacer planes.
Valoren lo que tienen, pero no lo material que ya ven que en un plis plas hay gente que lo pierde todo, si no lo que realmente importa. Salgan a pasear y sobre todo no vean la tele que no paran de meter más miedo con la puta crisis (uy, un taco, perdón). Vivan más despacio que está visto que por mucho correr no se llega antes y si se llega antes luego se darán cuenta que no han visto los paisajes tan hermosos que han dejado atrás.
No hace mucho que ha habido un problema con una central nuclear aquí es España. No voy a hablar al respecto, simplemente voy a escribir sobre la energía.
Y es que me canso, me canso, me aburro, y mil cosas más que no sé cómo expresar.
Los hidrocarburos ya sabemos que no son la solución. Contaminan y contaminan y de seguir así no vamos a poder soportar el precio, los pobres irán andando y los ricos en coche.
Las energías renovables sí son la solución, pero no seamos ingenuos, quedan al menos cincuenta o cien años hasta que podamos consumir exclusivamente energía procedente de renovables. Y si quieren probamos ya, y pasará lo mismo los pobres a oscuras y los ricos con luz eléctrica. Porque las renovables no son baratas, hay que ir poco a poco.
También hay una tercera opción y es no consumir energía. Supongo que ni pobres ni ricos estarán de acuerdo en esto.
Yo opto por otra solución, que ni mucho menos es la más aplaudida, pero para mi es la solución. La solución está en la energía nuclear. La energía nuclear es la única que nos puede permitir hacer el cambio de hidrocarburos a renovables, y es que la energía nuclear no es cara y se trata de diner, sólo de dinero. Y si me dicen que es que el medio ambiente..., yo les diré que soy el primero que quiere proteger este mundo pero también quiero protegerme a mi y a los que me rodean. Nuestro Gobierno debería presentar un plan nuclear-energías renovables, intentar conseguir que ls nucleares nos desahoguen de la dependencia de los hidrocarburos y poder centrarnos así en las renovables. No digo que las nucleares tengan que ser para siempre, ni mucho menos. Sólo han de ser una transición.
Esta es mi opinion.
Y si quieren poner una central nuclear por aquí cerca que la pongan, que yo me arriesgo a que mis hijos tengan un futuro mejor. Porque no todo es fácil ni gratuito.
Y si los ecologistas se quejan, que los apoyo porque me parecen imprescindibles, les diré que cada vez que encienden la luz la energía provienen de centrales nucleares de Francia, energía que nos venden a precio de oro.
Interesante para esta entrada: http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080722/53504976332.html
Me doy una vuelta por algún periódico digital y no sé si me gusta este mundo. No imagino como pueden haber países que violen sistemáticamente los derechos humanos.
No sé si me gusta este mundo pero sí sé que no me gustaría vivir en uno de esos países en los que te pueden torturar porque alguien lo decida. Lo malo es que uno no elige donde nace.
Y eso que aquí aún siguen muriendo mujeres debido a la violencia de sus parejas. No sé si me gusta este mundo, porque me he dado cuenta de que muchas mujeres sienten que viven en uno de esos países donde su vida vale lo mismo que nada, y no es porque ellas no valgan, que valen y mucho, sino porque alguien puede decidir si sigue viviendo o no.
Y eso que aquí siguen muriendo personas debido a la violencia de ETA. No sé si me gusta este mundo pero ETA me da asco. Y yo sí quiero que el País Vasco haga su referendum y si la mayoría quiere independizarse que lo haga. España sería menos España pero ellos no serían nada. Ya me imagino a los etarras matando y poniendo bombas en el País Vasco porque no les gusta su gobierno, ¿o es que se creen que si se independizan de España van a coger los terroristas y se van a poner a trabajar en el tajo?, son gandules que viven de matar.
No sé si me gusta este mundo... pero es el que me ha tocado vivir. Intento pasar por aquí sin hacer demasiado mal ruido y sobre todo sin hacer daño a nadie. Intento concienciarme, no ser egoísta, ser realista de lo que sucede dentro y fuera de mis fronteras.
Si sé que si volviera a nacer querría nacer aquí. No entiendo otra forma de vida, otra cultura, otra libertad. Y este país no es perfecto pero es una gran país aunque haya quien no lo quiera ver.
Creo que fue anoche, cuando oí, que no es lo mismo que escuchar, en un programa de radio ("La Rosa de los Vientos") que está estudiando a un señor, ¿por qué?, porque lleva siete años sin dormir.
Pero no lo confundan con insomnio, ni ninguna otra enfermedad o anomalía, como esa que hay que afecta a un 2 % ó 3 % de la población occidental que no pueden dormir porque se les mueven las piernas constantemente.
Por desgracia he buscado en Internet, no demasiado hay que decirlo, y no he encontrado ninguna referencia o enlace. Pero da igual. El hombre en cuestión no sufre cansancio ni agotamiento, no tiene sueño y por eso lo están estudiando. ¿Se imaginan poder vivir sin dormir?
Yo no sé lo que haría, posiblemente trabajar más (es broma). Quizás leería más, tendría más tiempo para pensar, para meditar, para hablar conmigo mismo, para pasear... O simplemente tendría más tiempo para dejar pasar el tiempo.
¿Qué harían ustedes si pudieran estar tanto tiempo sin dormir?
Siento estar ausente tanto tiempo pero a veces la vida sigue su curso y nos maneja a su antojo, supongo que lo ideal sería lo contrario.
No hace mucho Al Goore estuvo por aquí, España, defendiendo los intereses de nuestro planeta. Esto le honra mucho, me agrada saber que hay gente que lucha contra el cambio climático. Sin embargo, leyendo La Verdad (periódico), leí algo así como que su jet privado nos echó una cantidad de 20 toneladas de CO2 a nuestra atmósfera. Ustedes mismos.
En el mismo periódico leí que uno de los mayores peligros para el cambio climático es la ganadería. Dieron un ejemplo: las flatulencias durante un año de una vaca equivalen a los gases contaminantes que emitimos con uno de nuestros coches durante un viaje de mil kilómetros. Más motivo aún para ser vegetariano.
Y es que todo es igual de complicado. La vida y lo que la rodea.
Bueno, ya les dejo, esto es que me llamó mi atención y quería hacerles partícipes.
Es el último libro que me he leído, me he tomado la libertad (y por sugerencia del club de lectura de Yecla) de escribir sobre cómo era el antes en la vida de Óscar Drei. Ahí va:
Óscar era, por desgracia, lo único que mantenía unidos a sus padres, era como el filo de un cuchillo que mantiene, por un instante, unidos el mango y la piel desgarrada. Nació cuando tuvo que nacer pero no cuando debería haberlo hecho, quizás unos años antes hubiera estado bien. La vida no le preguntó, tal vez ni lo tuvo en cuenta. Su primer "mamá" no se lo dijo a su madre, ni ese ni ninguno, su madre era solo María. Su padre jamás jugó con él al balón, ni al balón ni a nada. Óscar no sabía que sus padres se odiaban, se aborrecían y él era de los dos. Y así entre sirvientes pasó su infancia, creyendo que todo aquello era normal pero sabiendo que faltaba algo, no en vano eran sus padres quienes faltaban. Si al menos lo hubieran querido un instante, aunque fuese por error, aunque hubiese sido mentira. Era un niño espabilado, despierto a la fuerza, solitario en compañía. Espabilado por crecer rodeado de tanto personal, despierto como el niño que ha de robar su sustento y solitario por carecer de familia. Quizás lo mejor que le pasó fue ingresar en el internado, para así formar parte de algo. Saber que su soledad podía ser compartida y entendida. Compartir momentos felices con algunos compañeros. Entender que hay que vivir con lo que te toca. Y a él le había tocado una vida como cualquier otra. Una vez le pregunté cómo había sido su infancia, cómo había sido su vida. Me respondió que de su infancia apenas recordaba nada y que lo que recordaba no se podía llamar infancia. De su vida me dijo que una vez descubrió lo que era el amor pero que no podía decirme más ni explicarse mejor, sólo recordaba lo que nunca sucedió. Pudiera ser que recordase que su madre una vez le dio un beso, que su padre un día lo castigó, que lloraba cuándo tocaba baño porque su madre le frotaba muy fuerte, que su padré le enseñó a caerse y a montar en bici, que su madre lo vestía como a una nena con esos zapatos tan horteras, que su padre mediante magia sacaba cigarrillos de sus orejas, que su madre lo despertaba por las mañanas, que su padre le enseñó como usar el cuchillo, que su madre no le riñó cuando rompió la lámpara de la abuela, que su padre lo llevaba con él los domingos a comprar el periódico, que su madre reía con él, que su padre le enseñó a atarse las cordoneras, que su madre, que su padre... nunca hicieron nada de eso.